Mentalidad colonial
Por: Wikipedia la enciclopedia libre
Orígenes
Cuando una potencia colonial es fuerte, y no puede ser resistida con eficacia, una población puede a menudo verse obligada simplemente a aceptar el dominio extranjero como realidad ineludible. Con el paso del tiempo, estos nativos colonizados comenzarán a imitar a los extranjeros en el poder al tiempo que comienzan a percibir la "manera extranjera" de hacer las cosas y de actuar como diferente. Puesto que el extranjero está en el poder, la manera extranjera viene ser considerada como la "mejor manera", y tiende a tenerse en más alta estima que las maneras nativas anteriores.
De la misma manera y con el mismo razonamiento de "mejora", el colonizado pronto compara la línea racial del extranjero como superior a la nativa propia. El nativo pronto se esforzará en mejorar su status social mediante el matrimonio, para así dar sus hijos una calidad de vida mayor que la que pueden aportar sus propios genes.
Mentalidad colonial en Hispanoamérica
La mentalidad colonial puede verse igualmente a lo largo y ancho de Hispanoamérica. Sin embargo, a pesar de existir una minoría grande (el 30%) de hispanoamericanos de ascendencia española pura, la realidad demográfica de Hispanoamérica es que mucha de su población se compone de una mayoría de origen amerindio y mestizos (caucásico/amerindio) o mulatos (caucásico/negro) que juntos suponen aproximadamente más del 50% de la población total.
En Hispanoamérica, el "ideal de belleza" no es aquel de ascendencia europea mezclada -como es la realidad de la mayoría de los latinoamericanos- sino el europeo puro. Así, la industria latinoamericana del entretenimiento está saturada de criollos europeos y presenta muy pocos mestizos, prácticamente ningún mulato, y mucho menos negros puros o amerindios.
Esto ha llevado a una situación de falsificación étnica entre muchos latinoamericanos. Sin embargo, en contraste con la experiencia filipina donde la mayoría son malayos nativos puros entre los cuales existe una cierta tendencia a reclamar un status de sangre mezclada con español u otro europeo, en latinoamérica lo normal es ser mestizo, así que la falsificación se concentrará en intentar disminuir u ocultar cualquier rasgo no europeo. Algunos reclamarán a menudo en falso ser europeos puros (dado que España no fue el unico país en tener colonias en America)en sus intentos de encajar en el pedigrí idealizado dictado por su jerarquía socio-racial, implantado por la oligarquía.
Una broma común en los Estados Unidos, tanto entre hispanos como no hispanos, es la presencia de más presentadores rubios y de ojos azules en cadenas de televisión de idioma español con base en ese país tales como "Telemundo" y "Univisión" que en las cadenas públicas generales en inglés tales como "NBC" o "CBS". En México la broma se hace sugiriendo la retitulación de "TV Azteca" como "TVBlanca", porque en un país de más de 100 millones de habitantes, de los cuales el 60% son mestizos, el 30% indígenas y el 9% europeos, casi todos los presentadores son descendientes de europeos, con casi ningún mestizo y absolutamente ningún nativo de los cuales la cadena saca su nombre, los aztecas.
En realidad, la abundancia de mujeres rubias en la televisión o en cualquier otro medio de comunicación latinoamericano no solo es una consecuencia de la colonización europea de América (ej. Historia de España en América). Es más bien una consecuencia de la influencia de los medios de comunicación estadounidense que imitan, como el formato periodístico o el modelo de mujer blanca, alta y rubia.
La mentalidad colonial en los medios de comunicación no se limita a los programas, en los comerciales también es prominente la aparición de personas blancas, incluyendo los bebes, como el caso de la publicidad de pañales, leche u otros productos infantiles que suelen poner a un niño rubio con ojos azules, rara vez un moreno (blanco), nunca un mestizo y menos un negro.
En el ámbito político uno de los ejemplos recientes de la influencia de la mentalidad colonial es el sucedido en Perú con la primera dama judía de origen europea Eliane Karp, que ocupó tal posición casándose con el candidato ganador en las elecciones de ese país en el año 2001. Como trauma del sometimiento colonial o como complejo de inferioridad política, se piensa con alienación crónica que todo lo que viene de las grandes metrópolis tiene asegurado su calidad. La piel blanca y los ojos azules o verdes, confiere no una diferencia normal entre los seres humanos, sino una especie de título de superioridad. Si la alienación, como patología de la personalidad es un lastre pesado de cargar, lo es peor en el aspecto político-social en cuyo terreno se utiliza para manipular a la población. Así, en esa combinación de alienación y ambiciones políticas de bajo fondo, la señora Karp ha jugado el rol de la «gringa», inteligente, sabia, bella y radiante como un personaje de ficción. No han sido pocos los políticos y periodistas que perdieron la cabeza por este fenómeno del género humano.
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